Entrevista a nuestra compañera desde Senda Norte
Elia Martin es profesora de música. Acaba de cumplir 39 años y rebosa vitalidad con las palabras, con los gestos. Hemos quedado para charlar en el local que la CNT Sierra Norte tiene en la Cabrera. Justo enfrente de una calle pequeñita que se llama calle de la Igualdad, como si se abriera un camino desde las puertas de este sindicato horizontal a un lugar más amable que este loco mundo en el que vivimos.
Vallecana de nacimiento, sus padres no fueron precisamente una familia convencional. Como tantas otras que vivieron la Dictadura y la transición en este emblemático barrio, se caracterizaron por formar parte de las luchas vecinales y por crecer en valores como la solidaridad y el apoyo mutuo.
“Tengo una familia peculiar. Mi madre ha sido una luchadora. Feminista y muy trabajadora. Y mi padre estaba siempre volcado en los cuidados de la familia. Mi padre no era nada machista para una época dónde la mujer estaba sometida. Supongo que eso me hace tener una parte volcada en lo social”.
Por eso habla de sus alumnos y alumnas de la Escuela de música con tanto entusiasmo. Y por eso el haber elegido trabajar en una Escuela pública y de gestión pública. Lo de venirse a una zona rural y dejar el bullicio de la ciudad fue posterior. El olor a leña de las chimeneas, la tranquilidad del campo y el trino de los pájaros terminó por cautivarla.
“Mas que música y artista o intérprete soy una persona que quiere transmitir esa magia que yo he encontrado en la música como una forma de desarrollo y de compartir. Las franjas de edad a las que doy clase van desde los tres a los 77 años. Hay gran presencia de mujeres. Y sobre todo mayores.”
Cuando habla de las mujeres, lo hace con admiración. Con respeto. Afirma que todas las luchas están conectadas y que todas son importantes. Reconoce que era muy escéptica el pasado 8 de Marzo y cuando lo hace baja la mirada, pero sólo un instante, porque enseguida vuelve a levantarla con entusiasmo, como si no se permitiera ni un segundo, ni un ápice de duda.
“Para mi el 8M del año pasado fue una grata sorpresa. Se ha hecho tanto daño a las mujeres que creo que fue como una botella de champán. Había tanto por dentro que teníamos que soltar que fue una jornada histórica. Necesitábamos salir a la calle y gritar. Toca estar por la igualdad. Ya no hay excusas. Y creo que por eso tenemos que mantener la misma ilusión.”
Esta mujer de palabra dulce y voz suave, tiene un alma que se le escapa por la boca y muchas ganas de compartir. Quizás porque está enamorada de la vida, o de la gente, o de todo un poco. Cuando habla lo hace convencida y sus palabras, ciertamente, tienen mucho sentido.
“Vivimos en una sociedad que ha cambiado mucho. Cuando era pequeña mis padres entendían que para que a su hija le fuese bien les tenía que ir bien a todos los niños del barrio. Entendían que una parte de su tiempo también había que dedicarla a trabajar por el entorno. Ahora hay una visión muy individualizada de todo esto”
A Elia Martin se le dibuja una sonrisa cuando le pido que me hable de la CNT, ese histórico sindicato que en la Cabrera lleva el apellido de Sierra Norte.
“Cuando llegué a la CNT me sentí como en casa. Encontré muchísima integridad. Personas que están implicadas en muchos terrenos. En el feminista, en la PAH, en el ecologismo, en la defensa de la sanidad y la educación.
Siempre encuentras a alguien dispuesto a echarte una mano en la medida que se pueda. Y de igual a igual. No de arriba abajo. No por un tema de caridad. No por distintos niveles. Se entiende que todos estamos en el mismo barco y que el problema que tienes tu hoy, mañana le puedo tener yo.
Este sindicato es un sindicato anarquista, con una historia y unos referentes en el pasado, pero para mí antes que anarquistas somos personas que ponen por encima ayudar a su vecino o vecina independientemente de qué país sea, de cómo sea y cuál sea su condición”
Como mujer y cómo sindicalista de la CNT Sierra Norte, pone el acento en lo económico para que la mujer pueda ser libre e independiente en un sistema patriarcal que es la base de todo y siente que desde su sindicato han dado cobertura legal a una huelga necesaria a pesar de tener muchos menos medios que los sindicatos UGT y CCOO.
Se considera pacifista y antimilitarista.
“No puedes querer pisar militarmente otros pueblos y defender que eso es feminista. Luchar por los derechos de las mujeres, luchar por los derechos de la infancia, luchar por los derechos de los inmigrantes, luchar por los derechos de los animales, luchar por el ecologismo, todo forma parte de un mismo ideario”.