El 1º de Mayo hemos preparado una concentración en La Cabrera en la Plaza de las Hermanas Rodríguez Granados (plaza nueva) a partir de las 18 horas para conmemorar esta fecha. Habrá aperitivos y bebida acompañados por actuaciones del Circo Musical con Dubi Pepinillo, Actuación Musical de La Orkostina y Actuación de Iñifugo y su Desconcierto en clave de Fu.
Comunicado
La revolución social, es el acto de fuerza que permite a la clase obrera conquistar con conciencia la realidad que vivimos, para transformar la estructura social de abuso y poder; haciendo que las clases sociales queden abolidas y cada individuo sea dueño del producto de su trabajo y esfuerzo.
Pero no se trabaja por la revolución social, no se va a ella hablando de muerte y exterminio. No se va a la revolución social predicando al trabajador que mate al jefe que le explota. Ni aconsejando a los trabajadores que se apoderen de lo que haya en los escaparates y en las tiendas. Ni hablándoles de quemar edificios y destruir propiedades.
Se va a la revolución social dando a conocer a los trabajadores las causas de su inferioridad social; formándoles sobre los efectos de los fenómenos económicos y el fundamento que éstos tienen. Organizándolos en su centro de trabajo, para que puedan reclamar sus derechos cuando las empresas traten de empeorar su situación o se opongan a las mejoras que reclamen; devolviéndoles la conciencia y el vigor de clase obrera, única y organizada; dándoles la conciencia y el vigor necesario a fin, de que llegado el momento oportuno, tengan empuje suficiente para vencer el miedo y la capacidad para defender sus derechos
Podríamos decir que es el sistema quien nos quiere convencer de que somos individuos inconexos, aislados, incluso mejores que otros en base a identidades culturales, religiosas, futbolísticas o nacionales… a fin de crear divisiones, barreras y fronteras que solo sirven para impedir que nos encontremos y nos reconozcamos como lo que somos: una misma clase, explotada, excluida, dominada y utilizada. ¿Pero acaso no somos nosotros parte del sistema? ¿No somos nosotros quienes al participar de este sistema político, renunciamos a nuestro poder de cambio?
El 22M ha sido un ejemplo de movilización, que ha supuesto un antes y un después. A pesar de la censura previa y la posterior criminalización en los medios, ha supuesto un éxito rotundo por la cantidad de personas que decidieron salir a manifestarse.
Más allá de la situación actual, es necesario reivindicar y mantener el legado histórico de esta fecha y su significado. El tinte festivo que los gobiernos le han dado, desvirtúa su origen de lucha obrera. Recordemos hoy la esencia internacional y obrera de esta fecha; su valor combativo y de reivindicación. Sí, el Primero de Mayo era una huelga general mundial. Casi nada. Parece un cuento, pero no, es nuestra historia, la del movimiento obrero.
Por eso, ahora, Primero de Mayo, debemos continuar con la movilización, seguir formándonos, seguir sumando y ser más fuertes. Organizarnos en nuestros centros de trabajo y defender nuestros derechos para construir un cambio diario, que sea una respuesta ante los ataques que sufrimos cada día.
Conseguir esto supondría un avance real en la lucha, mayor que cualquier resultado electoral.
