La foto corresponde a la convocatoria del gran mitin virtual que se celebrará el 1º de Mayo a las 18:00 en el canal de youtube de CNT Comarcal Sur. Os animamos a todos a verlo y os dejamos el link para que accedáis directamente: https://www.youtube.com/channel/UCdmhsGBblsOS2boWC2Yb_eg
Ahora más que nunca, orgullo de clase trabajadora.
MANIFIESTO 1º MAYO 2020
“Muchas de las conquistas de los derechos y libertades de los trabajadores, conseguidas con sangre, sudor y lágrimas obreras a lo largo del siglo XX, han sufrido un gran retroceso en los últimos años.”
Este primero de Mayo y a pesar de que será un primero de Mayo marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, conmemoramos el aniversario del 1º de Mayo de 1886, cuando se declaró una huelga general en EE.UU para reivindicar la jornada laboral de ocho horas, aprobada por el Congreso en 1868, bajo el mandato del presidente Andrew Johnson, pero que no se cumplía; la patronal seguía explotando a sus obreros en jornadas de catorce a dieciocho horas diarias. El epicentro de la huelga fue Chicago, donde los obreros de Haymarket, en su mayoría anarquistas, mantuvieron las movilizaciones hasta el día cuatro, en el que tras el estallido de una bomba que abatió a seis policías se produjo una fuerte represión que causó decenas de muertos. Los agentes ya habían asesinado a varios manifestantes los días anteriores. Tras un juicio que fue una farsa con el jurado comprado, hubo ocho condenados a muerte, “los mártires de Chicago”, a tres se les conmutó la pena por cadena perpetua y de los otros cinco uno se suicidó en su celda antes de la ejecución. Las ejecuciones tuvieron lugar en noviembre de 1888. En el congreso de 1889 la II Internacional promulgó el primero de mayo como el Día de los Trabajadores en todo el mundo, salvo en dos países donde no pudo: en Estados Unidos donde el presidente demócrata Glover Cleveland lo estableció el primer lunes de septiembre para alejarse de los acontecimientos de Chicago y en Canadá que siguió su ejemplo.
Ciento veinticuatro años después la situación de la clase trabajadora sigue siendo denigrante, aunque hayan cambiado las formas de explotación. Muchas de las conquistas de los derechos y libertades de los trabajadores, conseguidas con sangre, sudor y lágrimas obreras a lo largo del siglo XX, han sufrido un gran retroceso en los últimos años. Desde el CNT Sierra Norte queremos denunciar esta regresión llevada a cabo por el Estado y los grandes poderes capitalistas de la globalización neoliberal, y en esta jornada de lucha planteamos las siguientes reivindicaciones:
Con la excusa de la pandemia sanitaria provocada en todo el mundo por el COVID-19 la anulación de libertades y derechos y la denigración de la dignidad humana de los más vulnerables se está llevando a extremos nunca vistos en ninguna epidemia anterior, ni siquiera en las de peste, lepra, gripe o cólera de otras épocas históricas. Con la proclamación, por primera vez, de un estado de alarma por problemas sanitarios, se ha instaurado en nuestro país un auténtico Estado Policial y Represivo del que, como siempre, son víctimas los más débiles y vulnerables. Nuestra primera reivindicación es, pues, que se suprima dicho estado policial, que el gobierno deje de ejercer el monopolio de la violencia y sus ministros dejen de aparecer en las televisiones con altos cargos policiales y militares como guardaespaldas de lujo, que desaparezcan uniformados armados de las calles y no se pongan multas o penas de prisión, ni se ejerza la fuerza contra los ciudadanos. Nuestra conciencia cívica y nuestro sentido del apoyo mutuo son más que suficientes para ayudarnos unos a otros y evitar contagiar a los demás.
Es denunciable que lo que ha provocado esta situación sea precisamente una emergencia sanitaria después de haber desmantelado en gran parte el sistema público de salud y ponerlo en manos privadas a cambio de pingües beneficios para algunos de nuestros corruptos políticos. Sin semejante despilfarro de fondos y recursos públicos nuestros sanitarios se encontrarían en una situación mucho más favorable para hacer frente a la epidemia.
Denunciamos, así mismo, el terrible abandono en el que quedan los más desprotegidos que ni siquiera tienen acceso a medios digitales o audiovisuales. Esta brecha les mantiene mucho más desinformados y, se podría decir, enclaustrados en celdas de aislamiento.
También denunciamos que después del estado de alarma se produzca el retorno a los desahucios, que esta vez se ensañan especialmente con los alquileres de la gente cuya economía se ha precarizado al ser despedidos mediante ERTES, ERES o el simple: “te vas a la calle”, y se suponía que este gobierno iba a derogar la Reforma Laboral. La mayoría de ellos ya estaban en una situación laboral bastante lamentable, y ahora se han quedado con un futuro incierto sin saber ni cómo ni cuando podrán volver a tener un salario digno (si alguna vez lo tuvieron); por mucho que el gobierno se haga auto propaganda con ayudas miserables para los ERTES y unos créditos ICO que en su mayoría son mentira. El vaciado de los pisos céntricos de las grandes ciudades para su alquiler para turistas, promovidos por plataformas como Airbnb, también ha contribuido al distanciamiento social y ha volatilizado las asociaciones de vecinos que para circunstancias como la actual resultaban un gran soporte de ayuda mutua. Apoyamos, en este sentido, a todos los colectivos que se han sumado a la huelga de alquileres.
Cuando, a principios de la década de 1980, apareció el SIDA, se criminalizó a colectivos que ya sufrían la marginación social como el LGTBI, los drogo dependientes y las prostitutas. Ahora los marginados somos todos aunque con diferencias, no afecta igual la enfermedad a los que viven en los barrios ricos y tienen coches de lujo que a los que viven en los barrios pobres y tienen bonometro, y en esta ocasión los criminalizados especialmente son nuestros ancianos, cuyas residencias se han convertido en auténticas galerías de la muerte. A eso nos ha llevado la lógica del negocio capitalista. Exigimos una intervención sanitaria de emergencia en todas las residencias y que se eviten más contagios y fallecimientos.
“¿Quién decide y por qué lo que es esencial y lo que no? La patronal no puede dejar de enriquecerse, por lo que no quiere parar ninguna actividad, sólo los trabajadores han conseguido realmente parar alguna fábrica cuando han tomado el control como en la Mercedes.”
Entre el personal de riesgo no sólo están nuestros mayores y los sanitarios, que carecen de los medios mínimos de autoprotección y están contagiándose al igual que aquellos a los que cuidan además de realizar jornadas laborales interminables y agotadoras. Hay un riesgo psicológico añadido: en las cárceles, donde a los presos ya confinados de por sí, y recordemos que España es un país carcelario con el triple de reos que otros países europeos más poblados y con mayor índice de delincuencia, les amenaza la aparición de un sólo contagio, en los centros psiquiátricos y en cualquier tipo de internado, y en el confinamiento en los hogares, principalmente para las mujeres con un rebrote de la violencia de género y para los niños, a los que afecta especialmente estar enclaustrados y les afecta emocionalmente. No distinguimos entre el preso político y el preso social, consecuencia del capitalismo, la sacralización de la propiedad privada y la represión estatal, que introduce penas de cárcel en su código penal a capricho, dadas las circunstancias lo suyo sería proclamar una amnistía, también creemos en la integración social de aquellos que sufren muchas de las patologías mentales establecidas, el que está realmente loco es el mundo que hemos construido.
En educación la teleformación para los alumnos no puede llegar a muchos por falta de medios en sus casas y es mucho menos didáctica y fría que las clases presenciales; por lo que este año pedimos el aprobado general, que no tiene por qué ir en contra de la adquisición de conocimientos (la curiosidad es innata) quizá más interesantes que los impartidos en los actuales planes de estudio, orientados a la competencia entre unos y otros, a la carrera por ser el mejor y sacar las mejores notas y a no compartir apuntes con el compañero o compañera de al lado, para qué hacerles perder otro año de su juventud, en eso, el sistema de exámenes es absurdo en todos los sentidos.
Lo mismo sucede con el teletrabajo, los trabajadores están más explotados y sometidos a mayor vigilancia por los empresarios para aumentar su rendimiento, a costa de sus propios medios, y, en consecuencia, los beneficios de la empresa. Otra cosa que no explica claramente el gobierno relacionada con el parón de actividad de semana santa. ¿Quién decide y por qué lo que es esencial y lo que no? La patronal no puede dejar de enriquecerse, por lo que no quiere parar ninguna actividad, sólo los trabajadores han conseguido realmente parar alguna fábrica cuando han tomado el control como en la Mercedes.
“Con la excusa de las fake-news quieren controlar las redes y que sólo se difunda la información oficial, es decir, lo que nos quieran contar convertido en verdad absoluta, sin posibilidad de crítica.”
El mundo de la cultura cultiva la libertad de pensamiento; y en este sentido es peligrosa para el Estado, por lo que se hace todo lo posible para censurar la libertad de expresión, que en este caso hay que añadir a la supresión de la libertad de movimiento y de reunión. Es algo que ya comenzó con la ley mordaza (otra que iban a derogar). Por eso, al abandono estructural y endémico por parte del gobierno de mundo de la cultura. En este sentido ahora quieren ir un paso más allá de la ley mordaza. Con la excusa de las fake-news quieren controlar las redes y que sólo se difunda la información oficial, es decir, lo que nos quieran contar convertido en verdad absoluta, sin posibilidad de crítica.
Denunciamos además lo que están padeciendo los trabajadores de la economía sumergida, que se han quedado totalmente sin ningún tipo de ingresos, las limpiadoras a domicilio sin papeles, los manteros, que aún sin medios se han puesto a fabricar miles de mascarillas, la prostitución, las trabajadoras sexuales víctimas perpetuas de malos tratos por si fuera poco, etc…
Esta crisis, inevitablemente, la volverá a pagar la clase obrera, con un aumento exponencial de parados (ya se está produciendo), con drástica reducción de salarios y un gran aumento de los contratos basura, bajo el estúpido lema: “Hay que arrimar el hombro y sacrificarnos todos”. Pero los pobres que aún tengan algo de margen para ser más pobres lo serán y los del inframundo hambriento tendrán más hambre; y los ricos, los pocos ricos que ya poseen el 90% de la riqueza del mundo serán menos y aún más ricos.
Se plantea si lo que está ocurriendo tendrá carácter sistémico y nuestros derechos y libertades continuarán diezmados o se limitará sólo a la emergencia sanitaria. La tendencia es a que se convierta en sistémico, aunque de momento sea crónico, se busca que, de alguna manera, estemos controlados continuamente y a esto ayudan mucho las nuevas tecnologías. El gobierno pretende seguirnos a través de los geolocalizadores de nuestros móviles y utilizar los Big Data, así como las grandes multinacionales de telecomunicaciones, para manipularnos y manipular la información; y aún no sabemos qué nos depara el 5G. Es lo que Byung Chul Han ha definido como el “panóptico digital”. El ciberpatrullaje, en manos de la Guardia Civil, es ya una realidad. Nuestros datos personales, nuestra privacidad, lo que nos gusta o lo que pensamos ya no nos pertenece, está en manos de los que controlan las redes. Viviremos recluidos y adictos a las pantallas, si no ponemos remedio ese es nuestro futuro y aún más el de nuestros hijos.
En el discurso político, más que la emergencia sanitaria, parece preocupar a nuestros gobernantes la crisis económica que esta conlleva, con la petición de préstamos y un gran endeudamiento en esta Europa insolidaria (endeudamiento que, como en la crisis anterior, beneficiará de nuevo al sistema financiero). Para enfrentarse a eso hacen referencia a una reedición de los “Pactos de la Moncloa”, mal ejemplo. Si no viviéramos en la cultura del dinero esto no nos preocuparía. La solución estaría en el apoyo mutuo, iniciativa que ya se practica en algunos barrios.
Nosotr@s que no creemos en “El Estado protector”, optamos por formas de autogestión, algunas de las cuales ya se pusieron en práctica después del 15-M, como los bancos de tiempo, cooperativas y colectivizar esos sectores estratégicos.
Como decíamos al principio del manifiesto las formas han cambiado, pero la explotación del hombre por el hombre continúa.
Para terminar de una forma más optimista citaremos un párrafo que escribe Albert Camus al final de “La Peste”: “Rieux decidió redactar la narración que aquí termina, por no ser de los que se callan, para testimoniar en favor de los apestados, para dejar por lo menos un recuerdo de la injusticia y de la violencia que les había sido hecha y para decir simplemente algo que se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio.”
Pablo Nacarino
Vídeo realizado por compañerxs de CNT.